Alemania cuadruplica el excedente de energía en sólo dos años


Alemania sigue siendo un pozo sin fondo de buenas noticias verdes. Desde que decidieran prescindir de las centrales nucleares en su famoso apagón, las inversiones en energías limpias no han dejado de crecer, aunque sigue dependiéndose del carbón en gran medida. Aún así, en su imparable avance, están demostrando que ir dejando de lado la energía nuclear no significa carencia de energía.

En realidad, está ocurriendo todo lo contrario. En los dos últimos años, Alemania ha multiplicado por cuatro su excedente de energía. No en vano, durante 2011 y 2012 ha estado floreciendo esta revolución verde, iniciada tras el accidente nuclear nipón sufrido en la central de Dai-ichi o Fukushima a consecuencia del tsunami del 2011.

Viendo las barbas del vecino a remojar, Alemania decidió llevar a cabo un apagón que significara el fin total de las centrales nucleares. Pero lograrlo no iba a ser fácil, por lo que se trazó un plan de inversiones brutales en energías limpias que ahora está llevándose a cabo. Es así como el país están convirtiéndose en uno de los mayores mercados de energía solar fotovoltaica y eólica, gracias, entre otras cosas, al apoyo del contribuyente.

Dependencia del carbón

Aunque el horizonte sea de un verde esperanza, lo cierto es que las centrales eléctricas de carbón siguen una actividad frenética para producir electricidad, es decir, polucionan a lo grande. Pero, por otra parte, también es cierto que sus días están contados en estas tierras.


Las cifras hablan de un excedente de energía importante. Según la Oficina Federal de Estadísticas, ha habido un superávit de 22,8 millones de kilovatios hora en los últimos dos años, en su mayor parte importada a países como Holanda, Austria y Suiza. Actualmente, se persigue la meta de obtener el 80 por ciento de la electricidad de fuentes ecológicas para 2050.

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