Al margen de lo lentas que están siendo las negociaciones, la cumbre climática (COP21) que se celebra estos días en París está trayendo muchas sorpresas. A nivel energético, Bill Gates presentó un ambicioso plan energético con el apoyo de grandes fortunas, mientras India impulsó una alianza solar de 120 países, entre los que no se encuentra España.
Con la alianza solar internacional se busca dar un impulso a la energía fotovoltaica en todo el mundo. A pesar de su imparable crecimiento, en los últimos años ha sufrido un parón en los países europeos.
El gran objetivo es crear un gran mercado que abarate los costes para así potenciar la expansión de la tecnología solar y, aunque se parte de un presupuesto inicial de unos 80 millones de euros, -aportados por el gobierno indio-, se espera aumentar el capital en los próximos años hasta los 370 euros. Sobre todo, gracias aportaciones de agencias internacionales y miembros, casi todos ellos países asiáticos, latinoamericanos y africanos.
India, líder de la energía solar
¿Pero, por qué India quiere liderar este proyecto? El país tiene una gran precariedad energética. En su caso ser un país emergente implica afrontar el enorme desafío de sacar de la pobreza a más de 300 millones de personas.
Una pobreza que incluye un deficiente acceso a la electricidad para buena parte de su población, y es en este contexto en el que se busca abaratar la energía recurriendo a la fotovoltaicas.
Su meta es conseguir el 40 por ciento de su electricidad de fuentes renovables para 2030 y el 75 por ciento en 2050. El Gobierno de Dubai también ha anunciado en la COP21 un nuevo programa que obligará a instalar paneles en todos los edificios del país en el 2030. Difíciles objetivos que espera poder alcanzar con la ayuda de esta alianza.