Audi está construyendo en Alemania una innovadora planta industrial que producirá metano a partir de agua y dióxido de carbono utilizando energía solar y eólica.
Como es sabido, el gas metano obtenido puede quemarse como una fuente de combustible, y en este caso iría destinado a los vehículos de la firma, concretamente a los nuevos modelos de gas natural que comenzarán a venderse este mismo año. Asímismo, se prevé que la planta comience a funcionar a finales del 2013.
La planta utiliza la tecnología desarrollada por SolarFuel, que si bien no puede competir con el precio del gas natural, sí puede hacerlo con el del biogás o, lo que es lo mismo, con el metano producido a partir de fuentes orgánicas.
La producción se espera que permita abastecer de combustible a un total de 1.500 de los nuevos vehículos de gas natural de Audi.
SolarFuel aprovecha el exceso de energía renovable del país, que no siempre puede almacenarse por falta de tecnología o de infraestructuras que lo permitan. De este modo, se consigue energía barata para generar el metano que luego servirá de combustible a los coches.
Almacenamiento de energía
Lejos de considerarse una forma de proceder oportunista, SolarFuel se considera a sí mismo una posible solución a estos problemas de almacenamiento, talón de Aquiles de las renovables.
La generación del metano como producto final, por otra parte, se logra combinando de forma novedosa la tecnología conocida como electrólisis y la metanización.
Más allá de su originalidad como proyecto, el metano que pretende producir SolarFuel a partir de fuentes orgánicas se enmarca dentro de una industria pujante en Alemania. Por último, con respecto a sus precios, no sólo puede resultar competitivo con respecto a los precios al por mayor, sino también en el mercado minorista. Lo haría construyendo sus plantas en lugares estratégicos, es decir, cercanos al consumidor.