España no anda muy fina en esto de promocionar las renovables. No solo porque las políticas no son favorables en absoluto, sino también por circunstancias que se suman a tan triste panorama, como el desplome de la generación hidroeléctrica, sufrido en 2015.
A la hora de hacer balance de pasado año sobre el uso de las energías verdes en el país, el resultado ha dejado mucho que desear, con un porcentaje de energías limpias que ha supuesto un importante descenso.
A la cola de Europa
El porcentaje de energías limpias descendió en 2015 por debajo del 40 por ciento, una cifra que no había sido tan baja desde 2013.
El mix renovable no tuvo un año memorable. Muy al contrario, las cifras fueron discretas, alcanzando un 39,6 por ciento, cuando en 2013 y 2014 se situaron casi 3 puntos más arriba (42,5 y 42,8%, respectivamente) de la generación eléctrica en 2013 y 2014, respectivamente, el año pasado únicamente lograron alcanzar el 39,6 por ciento, por otro lado la primera caída de este porcentaje desde 2011, según el Informe del Sistema Eléctrico Español de Red Eléctrica de España (REE).
Si los resultados son pesimistas, todavía lo son más, mucho más, si los comparamos con los números de nuestros vecinos europeos. Sin ánimo de destrozar el ánimo de los españoles que apuestan por lo verde, Dinamarca y Suecia rondan el 60 por ciento, mientras Croacia sobrepasa el 67 por ciento.
Envidia sana es lo que dan las cifras de Noruega, con casi un 98 por ciento, o Islandia, donde el 100 por ciento no supone un problema para ellos. Eso sí, también los hay que rozan el 40 por ciento, como Italia, y para subir los ánimos lo suyo es mirar a Lituania y Eslovenia con un 35 y 30,8 por ciento, respectivamente. Aunque ya se sabe, aquí viene como anillo al dedo aquella frase popular que dice aquello de mal de muchos…