Las bostas de caballo impulsan la producción de biocombustibles


Los biocombustibles obtenidos a partir de un ingrediente clave encontrado en los excrementos de caballo podrían ser el futuro de la energía verde. Sí, aunque parezca extraño, la caca de caballo ha revelado un nuevo modo de obtenerlos de forma mucho más rentable.

Así, además de servir como abono natural, la bosta caballar sería útil para darle un buen empujón al sector de los biocombustibles, sobre todo gracias a una mayor facilidad de conversión de sustancias como los tallos de maíz o la hierba.

La ciencia ha hallado que los excrementos de caballo contiene enzimas derivadas de un hongo que vive en sus tractos digestivos y que también está presente en el estiércol, tal y como acaba de demostrarse en un estudio presentado en la última reunión anual de la Sociedad Química Americana.

La digestión del caballo

El sistema digestivo del caballo realiza parte de ese proceso necesario para poder convertir las plantas en biocombustibles, y esto es lo que logra un abaratamiento importante. En concreto, un hongo que vive en sus tractos digestivos lleva a cabo una tarea similar para obtener azúcares, es decir, energía para vivir.

Esos azúcares son los mismos que se obtienen en el proceso de fabricación de los biocombustibles, y precisamente por ello se está intentando sintetizar enzimas derivadas de esos hongos en las levaduras, con el objetivo de que sean éstas las que rompan la celulosa de las plantas a una gran velocidad.


Haber descubierto estas enzimas en los excrementos ha permitido dar un paso adelante en el difícil reto de la produccion comercial de biocombustibles. Así, de tener éxito los resultados, se lograría un carburante verde, producido a menor coste y con la necesaria rapidez que exige una fabricación comercial. Es decir, un biocombustible competitivo.

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