Sustituir la energía nuclear por bombillas LED


Japón sigue tomando diferentes medidas para ahorrar energía y ser más eficiente en su consumo eléctrico. Porque la solución a muchos problemas energéticos puede estar en ahorrar energía en vez de en producir más, aunque sea a través de fuentes de energía limpias y renovables. Después de todo, quizá Fukushima enseñe al mundo entero que el ahorro energético es esencial para la sostenibilidad del planeta.

El Instituto de Economía de la Energía (IEE) de Japón, un grupo de investigación dependiente del Ministerio de Economía, Comercio e Industria, encargó un estudio sobre este asunto y la conclusión es la siguiente: si se cambian en el país sus más de 1.600 millones de bombillas tradicionales por otras de tecnología LED se ahorraría la generación anual de trece reactores nucleares. Un futuro sin nucleares tan sólo apostando por la eficiencia energética.

El IEE ha analizado otros aspectos de la política energética de Japón, un país que, antes del accidente de Fukushima tenía planes para expandir la energía nuclear, que suministraba el 30% de la electricidad que necesitaba el país con 54 reactores. Actualmente, 35 siguen apagados por seguridad.

Según el IEE, promocionar e impulsar la utilización de bombillas LED es una manera de ahorrar energía que ofrece ventajas como que se produce un efecto inmediato o que es un apoyo a la sostenibilidad en el largo plazo. Este tipo de bombillas consumen entre un 10 y un 20% menos de lo que consumen las incandescentes y un 60% menos de lo que lo hacen las fluorescentes, entre las que se incluyen las lámparas compactas de bajo consumo. El IEE calculó que, sumando hogares, oficinas y fábricas, había más de 1.600 millones de bombillas, el 70% de ellas fluorescentes, que suponen un consumo anual de más de 150.600 millones de kWh de electricidad. Si se sustituyen esas bombillas por otras LED, el país reduciría el consumo desde los 92.200 millones de kWh, a 58.400 millones de kWh. Es decir, la energía que producen trece reactores nucleares, una cuarta parte de los que hay instalados en Japón.

El único problema es el coste de esa sustitución masiva de bombillas. Pero, a la larga, contando el número de horas de funcionamiento y la vida útil muchísimo más larga de las bombillas LED, salen las cuentas. El cambio puede costar una inversión de unos 194.000 millones de dólares. Por su parte, los fabricantes de bombillas LED aseguran que éstas duran 25 años.

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