La energía solar tiene un sinfín de aplicaciones, como quizás ésta tan sorprendente de periclitar la carga convencional de los teléfonos móviles. Es lo que ocurrirá si prolifera la propuesta de un grupo de investigadores estadounidenses, una tecnología que permite recargar de forma automática los teléfonos mediante la captura de radiación solar y de la luz de interiores.
El desarrollo de esta nueva tecnología ha sido mérito del Instituto Tecnológico de Massachusetts, y su utilidad, básicamente, es permitir la recarga tanto de teléfonos como de dispositivos móviles de pantalla plana.
Este sistema permite un uso más eficiente de la luz blanca trasera o retroiluminación que los dispositivos pierden en un 96 por ciento en forma de calor. El logro se consiguió gracias a unas moléculas fluorescentes que logran reducir el consumo o la pérdida de un modo espectacular.
Moléculas fluorescentes invisibles
El científico español Amador Menéndez Velázquez lidera la investigación, cuyas conclusiones se publicaron en la revista Energy and Enviromental Science, donde también se apunta que su comercialización para el gran público podría estar lista en dos años.
Además de suponer un ahorro de electricidad y ser una decidida apuesta por las energías verdes, el gran atractivo de esta tecnología sería el aumento de la duración de las baterías de forma drástica, pudiendo multiplicarla por diez o hasta por quince con respecto a las actuales.
Gracias a las mencionadas moléculas fluorescentes que, por cierto, son invisibles al ojo humano, se catura la radiación solar o la luz artificial. Una vez atrapada la luz, actividad que se produce de forma ininterrumpida, la luz se guía hasta unas minúsculas celdas que la transforman en electricidad. Es decir, que hacen el pequeño gran milagro de cargar las baterías sin necesidad de recurrir a energías caras y poco ecológicas.