Empresas de Servicios Enérgeticos: ahorra dinero sin invertir


ANESE es la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos de España. Es una plataforma empresarial sin ánimo de lucro que tiene como objetivo ayudar al ahorro y la eficiencia energética. En España, es un sector que acaba de comenzar su andadura. Esta asociación nace en 2009, por iniciativa de las empresas 3i Energía, Arabasalo, Enervalia (actualmente Ameresco) y Exeleria. En la actualidad, hay más de 130 empresas asociadas.

El objetivo de todas estas empresas es impulsar el desarrollo sostenible, reduciendo el consumo de energía y las emisiones contaminantes, utilizando los recursos naturales y tecnológicos de forma eficiente. Algunos de los problemas con los que se encuentra ANESE son el desconocimiento de su trabajo y un cierto recelo a la hora de contratar sus servicios.

La pregunta que cabe hacerse es: ¿por qué empresas, asociaciones, comunidades de vecinos, no contratan a estas empresas para reducir su factura energética, cuando para ellos no supone ninguna inversión? Hay más de seiscientas empresas en España que se dedican a ello, pero sigue existiendo ese cierto recelo.

Una de las razones es la idea de que los proyectos de reforma y mejora energética son complejos. Mejor nos quedamos como estamos, aunque suponga un derroche energético y más contaminación. Nadie quiere meterse en líos de obras y burocracias. Bien, en esa filosofía, lo único que se consigue es perder energía (literalmente) y dinero.

Por otra parte, hay organismos que quieren mejorar su eficiencia energética, pero no lo hacen del modo correcto: de los catorce centros de la Administración Pública de la Junta de Castilla y León que se acogieron al plan 2000ESE, sólo seis cumplieron los plazos marcados por el IDAE.

Las Empresas de Servicios Energéticos (ESE) son empresas cuyo objetivo es reducir los consumos energéticos de los clientes y que, además, asumen cierto riesgo económico, ya que el pago de los servicios prestados proviene de la obtención del ahorro energético prometido.

Esta vinculación entre beneficio y ahorro conseguido para el cliente es la esencia de la ESE, lo que la hace atractivo para cualquier empresa u organismo, pero también lo que hace desconfiar. La ESE se encarga de todo el proceso, desde la auditoría previa hasta la instalación y puesta en marcha de los equipos y la comprobación de su correcto funcionamiento. En realidad, es la más interesada en que el sistema funcione, ya que cobrará según los ahorros obtenidos.

En el medio y largo plazo, va a ser un sector muy rentable. Trata de reducir el impacto medioambiental, de mejorar la eficiencia energética y de lograr ahorros en las facturas de electricidad. Todo ello, sin inversión por parte del interesado. ¿Qué más se puede pedir? Según los cálculos de la asociación, el mercado tiene un potencial de más de 3.000 millones de euros. Otros países europeos como Francia y Alemania llevan años de experiencia poniendo en práctica la eficiencia energética y planes efectivos para impulsar este mercado.

Poca conciencia ecológica (y económica) de los potenciales clientes

Las tres razones principales por las que el sector no despega en España son la permisividad a la baja eficiencia energética, que hay pocos incentivos para la mejora y el desconocimiento de cómo funcionan las ESE.

El tercer punto es el que afecta a los clientes y, por tanto, el que la asociación quiere solucionar cuanto antes. Una empresa de servicios energéticos garantiza al cliente que reducirá sus consumos energéticos y, por tanto, su factura de la luz. Es una garantía escrita en el contrato. Es decir, que si no se logran esos ahorros prometidos, la propia ESE pagará los costes. El cliente ahorra desde el primer momento y sin necesidad de inversión inicial.

Los contratos son a largo plazo y quizá ésa sea la causa por la que los posibles clientes no se deciden a firmar un acuerdo. Por otra parte, las administraciones públicas no han dado ejemplo, no han contratado (salvo excepciones) estos servicios, lo que hubiera contribuido a que los ciudadanos conocieran el sistema.

En definitiva, falta de información y poco respeto por el medio ambiente y, quizá, pereza a la hora de impulsar las medidas de eficiencia energética.

Los ahorros energéticos provienen, básicamente de la eficiencia energética, pero también de un correcto uso del agua y, en algunos casos, de la instalación de energía renovable en instalaciones industriales y comerciales. Hay varios tipos de contrato. Cualquier empresa, asociación, organismo o, incluso, comunidad de vecinos, encontrará alguno que se adapte a sus características.

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