Los vaticinios de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) traen buenas y malas noticias. La buena, lamentablemente, no le corresponde a España. Augura un aumento de la producción mundial de renovables de más de un 40 por ciento en los próximos cinco años. Dentro de este optimismo general, por contra, España no sale bien parada, pues se espera un importante parón en todo el sector.
La incertidumbre económica que reina en todo el planeta no impedirá que crezcan las energías renovables, pero esta norma general no se dará en España, uno de los casos analizados de forma especial por la AIE, donde a medio plazo la cosa se torcerá. En concreto, se espera que el desarrollo de las energías renovables sufra una «expansión significativamente ralentizada«, fruto de la difícil coyuntura económica.
De aquí al 2017 el sector hidráulico será el que más crecerá a nivel mundial, según el informe publicado hoy en París por la AIE, mientras en España serán atractivos la energía solar para autoconsumo residencial y empresarial, pero poco más. Además, el informe indica que la moratoria decidida por el Gobierno español con el Real Decreto Ley del 27 de enero de 2012 se suma a «la falta de apoyo financiero», dibujando un panorama muy poco alentador.
Pero no todo son palos. La AIE califica de «impresionante» el desarrollo de la generación de energía procedente de fuentes renovables en España entre 2005 y 2011. Pero tanto impulso no tiene continuidad, al menos de cara a un futuro cercano. Al respecto, la AIE señala a la crisis económica y a la situación que ésta ha provocado, de una capacidad actual de generación exagerada de la red energética española. Así, la única salida que ven es un aumento de la demanda porque, hoy por hoy, «hay poca necesidad para nuevos activos generadores, ya sean estos renovables o no».