Biocombustible con tabaco


Mientras millones de personas intentan dejar de fumar, los científicos trabajan para que el tabaco tenga futuro como combustible ecológico. Al parecer diversas empresas han logrado obtener bioetanol y biodiésel a partir de diversas variedades, en algunos casos mediante la utilización de ingeniería genética.

Sin duda sería una gran noticia para el medio ambiente pero también para la economía, pues se logra da una salida a las plantaciones y se genera empleo en el mundo rural, se aprovechan terrenos no aptos para alimentos. Todo eso al mismo tiempo que se reduce la dependencia de los combustibles fósiles y su impacto en la contaminación, reduciendo los efectos del cambio climático.

Diversos proyectos en España aspiran a buscarle una salida al tabaco en forma de biocombustible. No es algo fácil, pero puede lograrse. Además, tiene muchas ventanas, pues se trata de un cultivo sostenible. El resultado se obtiene con dos especies que están adaptadas a zonas semiáridas y no son utilizadas en la producción de materias primas o alimentos y con unas necesidades muy bajas de agua.

El tabaco arbóreo puede crecer en suelos abandonados o improductivos, los cuales están afectados por la sequía o el uso excesivo de fertilizantes químicos. De modo que la biomasa que producen tiene un alto poder energético gracias al proceso de fermentación de su materia orgánica. Veremos cómo evolucionan las pruebas y si la industria aprovecha la oportunidad.

Biocarburantes,
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