España comienza a importar energía a Francia


El mercado mundial de la energía tiene un funcionamiento curioso. No se genera en todo momento la misma cantidad de energía, por lo que, a veces, se tiene que recurrir a la energía producida por otro país. Por ejemplo, dos países vecinos, como son Francia y España, se traspasan energía cuando lo necesitan. Habitualmente es España la que recibe energía producida en Francia. Sin embargo, estos últimos meses, ha habido dos factores que han hecho cambiar las tornas: el temporal que ha azotado Europa y la creciente producción de energía renovable que se produce en España.

Así, por primera vez, España ha exportado electricidad a Francia. Las lluvias y los fuertes vientos durante 2010 permitieron que las energías renovables (hidroeléctrica, eólica y solar) alcanzaran el 35% de la demanda española.

La energía eólica aumentó en un 18,5% en 2010 y ya supone el 16% de la demanda española de electricidad. Luis Atienza, director general de Red Eléctrica de España, prevé que, dentro de tres años, la energía eólica superará a la nuclear como fuente de electricidad. En el día culminante para este tipo de renovable, el 9 de noviembre, la energía eólica suministró el 43% de la demanda total del país.

Las fuertes lluvias ayudaron, por su parte, al aumento de la producción hidroeléctrica, que aumentó un 59% en 2009. Mientras, la energía solar sólo supone el 3%, aunque hay proyectadas algunas de las que serán las mayores plantas solares. En todo caso, el petróleo y el gas siguen generando aproximadamente la mitad de la energía de España, mientras que la energía nuclear produce en torno al 19%.

España importa electricidad de Francia, pero sólo como un punto de distribución hacia países como Marruecos, Portugal y Andorra. Francia no ha aumentado su capacidad y, por tanto, su capacidad de exportación ha disminuido. Además, algunas centrales francesas se vieron obligadas a cerrar a causa de las protestas y la producción española tuvo que ser importada para cubrir el déficit energético.

Sin embargo, el punto negativo es que, a pesar de que se produce más energía y más ecológica, la situación no beneficia a los consumidores, ya que el precio de la electricidad aumentará casi un 10% en 2011. Definitivamente, es un sector con unos mecanismos muy extraños.

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