La empresa Iberdrola Ingeniería quiere solucionar el gran problema de energías renovables como la solar o la eólica, su intermitencia, por lo que está desarrollando un proyecto de investigación para crear un sistema de almacenamiento de energía eléctrica a gran escala.
Para llevar a cabo este proyecto, Iberdrola Ingeniería ha llegado a un acuerdo con diversas empresas para crear un consorcio junto con Cegasa, Oldar, Ikor y Orona, que ya ha culminado con éxito la primera fase del proyecto, el diseño y construcción de un sistema de almacenamiento basado en litio-ion capaz de almacenar hasta 150 kilovatios (kW). Es el proyecto Alia2.
El proyecto comenzó en 2010. El objetivo final es construir un sistema de almacenamiento que tenga la capacidad de recibir varios megavatios horas (MWh) y que pueda distribuir, a su vez, y en tan sólo diez minutos, una potencia cinco veces superior a la energía almacenada. En definitiva, un sistema de almacenamiento energético potente y, sobre todo, fiable.
El Gobierno vasco apoya la iniciativa a través de la agencia de desarrollo empresarial (SPRI) y los centros de investigación IK4-CIDETEC e IK4-IKERLAN.
Diversos usos
Alia2 ha desarrollado un concepto al que han denominado battery pack. Este pack de baterías cuenta con un sistema de refrigeración a través de módulos donde se insertan las celdas de ion-litio. También tienen sistemas de protección para que puedan alcanzar el nivel de voltaje y capacidad deseada. Por último, un módulo de control se encarga de gestionar los módulos eléctricos, conectándolos con otros módulos o con un sistema de red externo.
Este sistema de celdas de almacenamiento está diseñado especialmente para empresas de generación y distribución de energía eléctrica, que podrán utilizarlo en plantas de producción de fuentes renovables, en subestaciones, etc., para gestionar la energía producida, sincronizando la producción y la demanda.
La innovación de Iberdrola tiene otra interesante aplicación: servir como sistema de suministro eléctrico de emergencia en edificios como hospitales, centros comerciales o estaciones de medios de transporte, o, también, en los propios trenes. De este modo, si se produce un fallo en las instalaciones eléctricas se contaría con una energía extra hasta que se solventara la avería o el problema que produjo el corte eléctrico.