Algo más que un puente


El caminante que pasea por las calles de Segovia, España, se encuentra con una impresionante obra de la ingeniería civil romana, un acueducto. Aunque no se sabe con certeza la época en que fue construido, los expertos señalan que debió de ser entre la segunda mitad del siglo I y el principio del siglo II. Es decir, que han pasado dos milenios. Y ahí sigue. Causando admiración. ¿Qué dejará con la boca abierta a los habitantes del siglo XL, a los ciudadanos del cuarto milenio?

Tal vez otro tipo de acueducto. Si el de la época romana llevaba a los habitantes de las ciudades agua, elemento indispensable para la vida, este nuevo acueducto llevaría energía, ya que toda la estructura se sostiene sobre aerogeneradores que proporcionan energía limpia y renovable. La idea es de tres diseñadores italianos (tal vez recibieron la inspiración de sus antepasados), Francesco Colarossi, Saracino Giovanna y Luis Saravia. El diseño se presentó en un concurso de ideas para modernizar tramos de un puente que se encuentra fuera de servicio entre Scilla y Bagnera.

Pero el puente no sólo proporciona energía procedente del viento. Además, la superficie de la carretera reemplazaría el tradicional asfalto por 20 kilómetros de carretera solar, es decir, una red de células fotovoltaicas recubiertas con una capa de plástico resistente y transparente para que vehículos y peatones puedan pasar por encima. En total, entre el puente y la carretera solar, se proporcionarían unos 36 MWh al año, lo que supondría proporcionar electricidad suficiente para abastecer a unos 15.000 hogares.

No sólo eso. La parte superior del puente se utilizaría para ubicar un paseo verde, pequeños invernaderos para cultivar productos locales que, en este caso, sería quizás fruta y verdura fresca. De momento, sólo es una idea. En el citado concurso, ganó el segundo premio. Pero quién sabe si dentro de muchos años las personas que paseen por una obra de ingeniería así admiren lo que nuestra generación fue capaz de dejarles en legado, del mismo modo que nosotros aún nos admiramos de la ingeniería romana.

Energía eólica, Energía solar,
>

También te puede interesar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *