Bolivia cuenta con un gran potencial para desarrollar energías renovables. En especial, la solar y la minihidráulica. Bolivia puede resolver sus problemas energéticos produciendo una energía limpia, sostenible y accesible para todos. Así lo señala un estudio de la Plataforma Energética, impulsada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) y titulado Rol e impacto socioeconómico de las energías renovables en el área rural de Bolivia.
Según el estudio, el 97% del territorio boliviano es apto para aprovechar la energía del Sol, mientras que el potencial hídrico del país es enorme y no se está aprovechando. El potencial eólico puede ser una opción en el este del país. Por último, la biomasa bien gestionada completaría el mix de energías renovables.
Según el estudio, respecto a la energía solar, en Bolivia se pueden destacar las regiones del altiplano y los valles interandinos, que reciben una alta tasa de radiación solar: entre 5 y 6 kilovatios hora por metro cuadrado al día (kWh/m2 día). En la zona de los llanos, la tasa de radiación media se sitúa entre 4,5 y 5 kWh/m2 día. Se podrían producir, por tanto, cada día 220 vatios de energía eléctrica a través de un panel fotovoltaico de 50 vatios (Wp). Las zonas de la región del altiplano presentan la mayor tasa de radiación.
El otro gran recurso boliviano es el potencial hidroeléctrico, del que apenas se explota el 3%, unos 460 megavatios (MW). Con todo, se genera el 40% de la energía eléctrica que se consume en el país, cubriendo el 8% de la demanda nacional de energía. Pero el país cuenta con las condiciones físicas para un mayor desarrollo del potencial hidráulico en condiciones sumamente ventajosas respecto a otros países, sobre todo, en la zona de la cordillera.
En cuanto al aprovechamiento de la energía eólica, las mejores zonas son el trópico y el altiplano, con regímenes de viento de 154 W/m2 y de 232 W/m2, respectivamente.