Parece que la clave del desarrollo de las energías renovables en los próximos años va a estar enfocado en dispositivos de tamaño medio. Ni los grandes parques eólicos o solares que producen gran cantidad de energía con el objetivo de transportarla hasta un red general de distribución eléctrica, ni los pequeños aparatos capaces de proporcionar energía para una cocina, un coche o, a lo sumo, una casa. Si ya vimos un prototipo de aerogenerador para las ciudades, de tamaño medio, ahora hablamos de la misma idea trasladada a la energía solar.
La idea que está detrás de esta nueva corriente es diseñar concentradores parabólicos capaces de recibir la luz del sol y generar energía solar de un tamaño suficientemente grande como para producir la energía que necesiten varios edificios y calles de una ciudad, pero, al mismo tiempo, lo suficientemente pequeños como para poder ubicarlos en una glorieta, en una plaza, en un parque o en una gran avenida.