La isla hawainana de Oahu está en el punto de mira del sector de las energías renovables porque en ella se está poniendo en marcha un novedoso proyecto piloto con el fin de almacenar energía en un volante de inercia, lo que permitirá además una mayor integración con la generación de energías renovables.
El proyecto
Este proyecto piloto está siendo llevado a cabo por Hawaiian Electric con un volante de inercia que ha sido suministrado por la compañía Amber Kinetics y que será, precisamente, donde se almacene la energía.
El objetivo de este proyecto, que ya está operativo, es probar la capacidad de la tecnología de almacenamiento de energía para soportar la red, aparte de conseguir una mayor integración de la energía generada a partir de fuentes renovables.
En concreto, esta tecnología se está implementando en el volante de inercia, que es de 8 kW y 32 kilovatios-hora, que se ha instalado en la estación generadora del Parque Industrial Campbell, que está situada en esta isla.
En una primera fase el objetivo es, aparte de probar la tecnología, poder recopilar datos sobre la idoneidad para otros proyectos de almacenamiento que lleve a cabo esta empresa en el futuro y sobre cómo este sistema de almacenamiento se puede utilizar para integrar las energías renovables con un menor coste, pero sin perder fiabilidad, tiempo ni resistencia de la red.
Gran apuesta
Este nuevo proyecto se enmarca dentro de la apuesta de Hawái por las energías renovables. Un sector dentro del que han dado importantes pasos porque ya en el año 2017 instalaron 109 MW de nueva capacidad solar.
Esta apuesta llevó a que Hawái obtuviera más del 10% de su electricidad a partir de energía solar en los primeros nueve meses del año, siendo uno de los tres estados de Estados Unidos que consiguió este logro. El objetivo es, además, en 2018 seguir aumentando la capacidad y superar este 10%.
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