Los drones tienen muchas utilidades, que van más allá de las labores de captación de imágenes para analizar terrenos, trabajos de inspección o de salvamento y reparto de medicinas o ayuda humanitaria, entre otras opciones. También tienen usos en el sector energético. Es el caso de la fotovoltaica. Y es que ahora los drones van a ser útiles para mejorar el rendimiento de las plantas solares fotovoltaicas.
La utilización
Esta nueva utilización se está llevando a cabo a través de un proyecto de investigación en el que participan varias entidades como las universidades de Valladolid, Zaragoza y la Pública de Navarra, aparte de cinco empresas españolas.
Todas ellas están trabajando en el marco del proyecto Doctor-PV para desarrollar un nuevo método de mantenimiento predictivo con el fin de que se pueda detectar precozmente las anomalías o fallos en las instalaciones de energías renovables para que se corrijan los más rápidamente posible.
Esta técnica de detección conllevaría importantes ventajas, ya que se produciría un ahorro de tiempos muertos y de costes, aparte de reducirse las pérdidas energéticas.
El papel del dron
En todo este sistema, los drones juegan un papel decisivo. Con ellos, se realizarán los trabajos de inspección para detectar las posibles incidencias de forma automatizada.
La parte tecnológica de este proyecto, será clave. Y es que se combinarán dos técnicas que están consideradas como de las más prometedoras en el ámbito del mantenimiento predictivo.
Una de ellas es el mantenimiento basado en la condición de todos los elementos de la planta y en medidas de electroluminiscencia (EL) y la termografía infrarroja (TIR).
Además, se emplearán cámaras especiales para testear las propiedades de los materiales que componen los módulos fotovoltaicos para detectar incluso microfisuras. El objetivo es que las dos tecnologías se implementen en los drones a la vez para que, en un mismo vuelo, se puedan detectar todas las posibles anomalías o fallos.
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