Importante avance el que llega desde Estados Unidos, concretamente desde la Universidad de Michigan. Allí han sido capaces de desarrollar unas células fotovoltaicas que son capaces de buscar la trayectoria del sol inclinándose para captar más energía. La culpa la tiene el kirigami, proveniente del arte japonés de recortar el papel que todos conocemos como origami.
Primeras pruebas satisfactorias
Los investigadores se han referido a estructuras dinámicas kirigami para el seguimiento solar integrado. Aaron Lamoureux, Kyusang Lee, Matthew Shlian, Stephen R. Forrest y Max Shtein ven mucho futuro en su instalación tras realizar varias simulaciones en Arizona, donde se han dado cuenta de que se pueden lograr resultados espectaculares.
El diseño tensa y destensa la película de arseniuro de galio que forma parte de las células solares. De esta forma, pueden permanecer en perpendicular durante más tiempo para captar más rayos del sol y producir más energía.
Quieren llevarlas al mundo real
El potencial es inmenso y ya han demandado una patente para desarrollarlo a nivel comercial. Creen que podrán reducir el coste de la energía solar, aunque para ello necesitarán el apoyo de socios tecnológicos que estén dispuestos a invertir una importante cantidad de dinero en el kirigami.