Los dispositivos electrónicos, especialmente los ordenadores portátiles, se cuelgan el título de ecológicos cuando consiguen una elevada eficiencia energética, pero lo cierto es que siguen consumiendo energía. De acuerdo, cada vez menos, lo que es de agradecer, pero, estrictamente, no son ecológicos. Sólo podría denominarse ecológico un ordenador que genere su propia energía, a poder ser, a partir de fuentes renovables.
Eso es precisamente lo que está intentando (y consiguiendo, a juzgar por las informaciones que llegan) la empresa fabricante de microchips Intel. La idea es incluir unas células solares que produzcan la energía que necesita el ordenador.
El resultado de este proyecto, no sólo resultará un beneficio para el medio ambiente, pues usa energía renovable y limpia, sino que, además, se podrá prescindir de la batería del portátil, lo que es tanto como decir que el peso del dispositivo se reducirá considerablemente.
El caso es que Intel está trabajando en un nuevo procesador que pueda funcionar sin necesidad de electricidad externa, sin conexión a la red eléctrica o una batería, que se autoabastezca con energía solar.
El objetivo de la empresa tecnológica es que algunos modelos de ultrabooks incluyan este nuevo chipset dentro de poco más de un año. El modelo de chipset, esta vez sí, totalmente ecológico, ha sido bautizado como Haswell. Además de proveerse de energía solar, este chipset consumirá 20 veces menos energía que los procesadores actuales.
En fin, ojalá dentro de unos años podamos olvidarnos de los enchufes a la hora de usar nuestros portátiles. Con un pequeño panel solar, podremos usar el ordenador bajo la luz del Sol o bajo una bombilla eléctrica.
Si todo va bien, los primeros ultrabooks que contarán con este sistema se lanzarán en el mercado en el año 2013. Ojalá el sistema se pueda usar también en portátiles y en ordenadores de sobremesa.