Huesos de aceituna, podas forestales… son algunos productos que se han venido utilizando para producir energía. Y, ahora, llega otro más: el césped. Al menos, es el proyecto que plantea la compañía Electricity, que está trabajando para construir la que será la primera planta de energía de césped del Reino Unido.
La planta
El objetivo de esta compañía es que esta planta se construya a finales de este año para lo que se destinará una inversión de alrededor de 16,3 millones de euros. Con su puesta en marcha, esta planta, que estará situada en Hampshire, será la primera en el Reino Unido que emplee el césped. Además, este proyecto también es el primero que destina una inversión de estas dimensiones a utilizar esta materia como fuente energética.
Para este aprovechamiento, la iniciativa se centra en fabricar biogás y ponerlo en la red de gas siguiendo un sistema y proceso similar al que se emplea con la electricidad que se genera a través de energías renovables.
La principal diferencia se centra así en el tipo de materias o residuos que se va a utilizar, siendo en este caso el césped el que se empleará como fuente para la generación de energía.
Un paso más allá
En este proyecto, en el que ya se empezó a trabajar en el año 2015, va más allá de los pasos que hasta ahora se han venido dando en el Reino Unido para utilizar residuos vegetales o animales.
Y es que, sobre todo, se tiende a utilizar cultivos energéticos, residuos de alimentos o bien partes de animales o materias procedentes de la agricultura industrial, incluyéndose a su vez en todo este grupo los excrementos de animales.
De momento, este proyecto abre nuevas vías. En torno a él, hay además buenas expectativas porque la compañía estima que el Reino Unido podría llegar a producir el 97% de la demanda doméstica de gas a partir de la hierba en el horizonte del año 2035.
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