En el mundo icónico en el que vivimos cualquier cosa (una empresa, un evento circunstancial, una idea, una aplicación informática, una reivindicación…) tiene su símbolo, su representación visual reconocible. El medio ambiente y todo lo que le rodea no escapa de esta circunstancia. De hecho, algunos iconos ecológicos ya son universalmente conocidos, como las tres flechas que se señalan en un círculo y que simbolizan que un producto es reciclable. O, más reciente y en boga, la famosa estrella Energy Star que señala que a los bienes electrónicos que ofrecen una buena eficiencia energética. Hay muchos otros. En definitiva, se trata de informar al consumidor de alguna característica que le puede interesar y que está presente en ese bien o en ese servicio que va a comprar o contratar.
En esta línea, la organización Windmade («hecho de viento») trabaja para ofrecer al consumidor una garantía de que los productos se han elaborado con energía procedente del viento. Y, para reforzar este concepto, han presentado su nuevo logo.
Este logo (y la idea que representa) cuenta con el respaldo de organizaciones como The Global Wind Energy Council o WWF y de empresas como Lego, Vestas Wind Systems, la consultora PricewaterhouseCoopers o el gigante de la comunicación Bloomberg.
La etiqueta indica que el producto que la lleva se elaboró usando energía procedente del viento, limpia y renovable. Muchas fábricas, especialmente las de industrias pesadas, requieren grandes cantidades de energía para funcionar y, en la mayoría de los casos, esta energía proviene de combustibles fósiles. Con el sello Windmade, el consumidor puede estar seguro de que el producto adquirido fue fabricado exclusivamente con energía proveniente de origen eólico.
Es el primer logo diseñado para productos producidos con energías ecológicas, pero seguro que no es el último. Pronto, otras energías renovables seguirán su ejemplo y es bastante probable que, dentro de algún tiempo, haya logos para productos hechos con energía solar, geotérmica, mareomotriz, etc. Incluso es posible que se cree un sello común que identifique a todas las energías limpias.