Crean el ordenador más pequeño del mundo que emplea energía solar

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Las energías renovables se van abriendo paso cada vez en más sectores con la aplicación a más dispositivos y aparatos. Entre los últimos desarrollos que se han dado a conocer figura un microordenador, que tan solo tiene 0,3 milímetros, que funciona con energía solar. Una innovación que ha sido realizada por la Universidad de Michigan (Estados Unidos), en colaboración con Fujitsu, y que puede ser de gran utilidad para investigaciones médicas porque el ordenador, a pesar de su reducido tamaño, es operativo al 100%.

El ordenador

Michigan Micro Mote. Este es el nombre de este ordenador que tiene un tamaño más pequeño que un grano de arroz y es el más diminuto en el mundo. Además de sus reducidas dimensiones, otra de las principales novedades es que funciona solo con energía solar.

En concreto, este microordenador emplea energía solar fotovoltaica para lo que incluye células solares para alimentar la batería con la luz ambiente, ya que no precisa de los rayos solares directamente. El consumo, además, es mínimo. Por ejemplo, su procesador tiene un consumo de 500pW en IDLE.

Este microordenador es operativo y funciona a la perfección -a pesar de su tamaño-, siendo un claro ejemplo de la nanotecnología. No obstante, sus funciones son simples, aunque son muy útiles para diversos campos.

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Datos técnicos y aplicaciones

Los investigadores consideran que se podrá utilizar para realizar mediciones de temperatura de precisión con fines de investigación médica en patologías y enfermedades como el glaucoma o el cáncer.

Y es que este microordenador tiene capacidad para convertir la temperatura en intervalos de tiempo, definidos con pulsos electrónicos. De esta manera, está preparado para informar sobre temperaturas en regiones minúsculas con un error de 0,1 grados Celsius aproximadamente.

El ordenador, que de momento es un prototipo, incluye su propio procesador y memoria RAM, aparte de receptores inalámbricos. También está preparado para transmitir y recibir datos, aunque no dispone de sistema de almacenamiento, perdiendo los datos al desconectarse. Además, el sensor de temperatura es biocompatible por lo que se podría inyectar en la piel.

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