Francia ha invertido en energía renovable en los últimos años y la industria se ha desarrollado a buen ritmo. Mientras, en España, la potencia solar fotovoltaica se ha quedado estancada por las políticas de los sucesivos Gobiernos de los dos partidos mayoritarios. El parque fotovoltaico de Francia alcanzó a finales de 2012 los 4.003 MW, 1.079 MW más que en 2011 y un incremento del 37% con respecto al año anterior.
Del total, casi el 59% fueron nuevas instalaciones en plantas de más de 250 kW. Son datos del Observatorio de la Energía del Ministerio de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía. Francia se sitúa en la cabeza de los países europeos que apuestan por la energía limpia y renovable. España apenas ha aumentado su potencia fotovoltaica en 2012 debido a la retirada de las ayudas al sector.
Hay que señalar que, en Francia, en el último trimestre de 2012, se ha producido una desaceleración en el sector y sólo se instalaron 75 MW nuevos, el nivel más bajo para un cuarto trimestre desde 2008. Además, es este cuarto trimestre se instalaron, mayoritariamente, plantas de 3 a 100 kilovatios (pequeñas instalaciones).
En cuanto a la distribución geográfica, todas las regiones francesas instalaron este tipo de energía. Las que más fueron PACA (Provenze-Alpes-Côte d´Azur, 530 MW), Midi-Pyrénées (416 MW) y Aquitaine (415 MW). Después, Lorraine, donde la potencia se incrementó un 147%, Bourgogne (un aumento del 125%) y la región Central (con un aumento del 113%). En los departamentos de ultramar (DOM), donde la isla de Reunión cuenta con casi la mitad de la potencia fotovoltaica, el crecimiento en 2012 fue inferior al de las regiones continentales.
Impulso a la economía europea
Francia se había fijado un objetivo de 500 MW nuevos para 2013, pero lo va a aumentar hasta los 1.000 MW, para lo que ha puesto en marcha licitaciones para nuevos parques fotovoltaicos. Además, serán licitaciones que favorecerán a las empresas europeas, según ha asegurado la ministra francesa de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía, Delphine Batho. Francia quiere apostar por la energías limpias y renovables y crear empleo en Europa. Una política que debería ser ejemplo para el resto de países europeos, especialmente para los del sur.