Ocupa una superficie de cerca de 160 kilómetros cuadrados en alta mar y sólo contemplarlo hace pensar que se trata de uno de los parque eólicos más grandes del mundo. Así es, en efecto, este tremendo parque con 175 turbinas de la costa sureste de Reino Unido, bautizado con el nombre de London Array, produce la friolera de 630 megavatios.
La productividad de esta granja ubicada unos 20 kilómetros mar adentro podría cubrir las necesidades energéticas de medio millón de hogares. Un auténtico chorro de energía que se suma a la producida por otras plataformas eólicas británicas también construidas en alta mar para alcanzar unos resultados fantásticos. No en vano, Reino Unido es una potencia mundial en eólica marina tras una inversión masiva de 100 mil millones libras que busca incrementar en 29.000 megavatios la capacidad de energía eólica en 2020.
Londres apuesta a este tipo de tecnología para ayudar a alcanzar sus objetivos jurídicamente vinculantes de reducir las emisiones de carbono. En concreto, el parque eólico tuvo un coste de más de 1.700 millones de euros y aunque produce energía desde octubre del año pasado, sólo ahora se ha adquirido la turbina número 175, con lo que se completa el proyecto y puede rendir al máximo.
Beneficio ambiental
Su aportación energética no es el único aliciente, pues también se espera obtener un beneficio ambiental contante y sonante, en vistas a cumplir los objetivos jurídicamente vinculantes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
El país se ha fijado la meta de producir 18 gigavatios (GW) de energía eólica para 2020, un difícil reto si consideramos que actualmente tiene 3,3 gigavatios, lo que no deja de ser una cantidad importantísima. Desde luego, con proyectos como éste no es difícil confiar en que puedan llegar donde pretenden.