Si ya se estaban instalando placas solares para el autoconsumo en algunos edificios y viviendas, ahora se da un paso más en la energía solar fotovoltaica con las tejas solares. Su principal ventaja es que se integran en la edificación sin que se noten porque parecen unas tejas convencionales, pero con la particularidad de que se dispone de un sistema de captación solar. ¿Cómo funcionan? Aquí contamos los principales detalles de estas tejas solares que ya se están distribuyendo en España.
Tejas solares
Las tejas solares tienen la particularidad de que pueden generar electricidad y también son útiles para disponer de calefacción, ya que hay tejas fotovoltaicas, térmicas o híbridas. Para ello, estas tejas tienen unos pequeños módulos fotovoltaicos o paneles solares, que absorben y generan energía para el hogar.
Las tejas están construidas de cerámica para garantizar una mayor durabilidad. Y, pese a las diferencias con las convencionales, se instalan de forma similar. Una especificación que ha favorecido su popularidad y auge.
Otra de sus características es que estas tejas están consideradas como un módulo integrado. Esto implica que se compone de una sola pieza. De este modo, si falla una teja, el resto no se ven afectadas.
Funcionamiento
El funcionamiento de las tejas solares tiene la misma dinámica de trabajo que un panel solar, ya que en su interior tienen las celdas con la capacidad para transformar la energía del sol en electricidad.
Esto hace que, cuando la energía es captada por las tejas, el campo eléctrico de estas empuja las partículas de luz fuera de la unión de silicio que está en la pieza. Además, otros materiales de las células fotovoltaicas convierten estos electrones en corrientes.
El proceso finaliza con un circuito conversor al que llega la corriente generada para que se transforme en alterna, CA, para alimentar el sistema de iluminación de un hogar.
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