La industria del curtido se hace más sostenible con las energías renovables

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La industria y los procesos industriales siempre están en el punto de mira por considerar que son poco sostenibles. Es una crítica que, sobre todo, se hace en relación al sector textil o relacionados como sucede con la industria del curtido. En los últimos años, se han dado pasos en pro de esa sosteniblidad con el fin de reducir el nivel de contaminación, pero también por la utilización de sistemas y métodos más respetuosos con el medio natural. Una línea en la que ha trabajado la industria sueca del curtido, que ha conseguido ser 100% sostenible, al menos, en cuanto a lo que energía se refiere.

Industria

La industria sueca del curtido ha conseguido sustituir todas las fuentes de energía de origen fósil por otras alternativas que son más ecológicas. En concreto, han apostado por aquellas fuentes energéticas que tienen una base biológica o bien por la energía hidrotermal.

Esto ha permitido que no se libere carbono con la quema del petróleo durante la actividad en la que se empleaban combustibles fósiles y que ha estado enterrado en el suelo durante millones de años.

Por su parte, la biomasa emite carbono, pero hay que tener en cuenta que forma parte del ciclo del carbono biogénico. De esta manera, no se producen las afecciones como sucede con el carbono de los combustibles fósiles.

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Los sistemas que la industria sueca de este sector ha empleado son diversos. Por ejemplo, una curtiduría ha sustituido el uso de petróleo para calefacción por electricidad de energía hidroeléctrica.

Otros casos de éxito han apostado por la energía térmica y la electricidad de un proveedor externo, pero que ha sido generada con astillas de madera local, así como por el vapor como base de biocombustible para calefacción y electricidad de fuentes renovables y libres de fósiles.

En Suecia, en esta industria, también se han puesto en marcha otras experiencias como la sustitución de un calentador a base de aceite por otro que emplea pellets de base biológica. En este caso, se ha logrado una reducción de 450 toneladas al año de emisiones de CO2.

Alcanzando el objetivo

Con estas medidas, así como las de ahorro de energía adicionales que se han implementado, la industria del curtido se ha adelantado a la propuesta realizada desde el Parlamento de Suecia de lograr cero emisiones de gases de efecto invernadero en el año 2045.

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