La moda de invertir en renovables de gigantes de la red como Google, Facebook o Amazon no deja de traer noticias sobre nuevas adquisiciones, proyectos y, en fin, iniciativas relacionadas sobre todo con las energías solares y eólicas.
No se trata de vocación ecológica pura, sino de una estrategia necesaria para devolver lo mucho que quitan al planeta. Nada oculto, en realidad. No hay secretos que valgan. Sencillamente, se trata de equilibrar un poquito la balanza para que sus emisiones sean menos gravosas.
Texas, una zona estratégica
Como es bien sabido, sus sistemas de almacenamiento y gestión de grandes datos que exige su actividad cotidiana es una fuente de emisiones tremenda. Por lo tanto, que la energía utilizada provenga de fuentes renovables ayuda a mejorar el balance final.
Dentro de este contexto, Amazon acaba de invertir en una granja solar eólica que se ubicará en Texas, Estados Unidos. En concreto, se levantará al oeste de Abilene, en el contado de Scurry.
Comenzará a generar energía a finales de 2017 y se compondrán de 100 turbinas. Su objetivo no es otro que alimentar a las instalaciones de Amazon en dicho estado, al tiempo que inyectará la energía sobrante a la red pública.
La compañía prevé construir otros parques eólicos en Estados Unidos (Indiana, Carolina del Norte y Ohio), así como una granja solar en Virginia. En total, generarán más de 2,6 millones de megavatios hora al año. Es decir, el equivalente a la energía que utilizan casi un cuarto de millón de hogares promedio.
El proyecto eólico de Texas es el más ambicioso de Amazon hasta la fecha, una zona estratégica, ya que se trata del estado líder del país en energía eólica. Para su construcción se ha unido a la compañía de energía limpia Lincoln, de Chicago. Su coste ronda los 300 millones de dólares.