Auge de la eólica y progresiva caída del carbón en la UE

Granja-eolica
Las energías renovables están de enhorabuena en el espacio comunitario, puesto que durante el año pasado representaron el 86 por ciento de las nuevas instalaciones de centrales eléctricas de la Unión Europea. En megavatios, supusieron 21.100 de un total de 24.500, según datos publicados por WindEurope.

La inversión en renovables, en efecto, está recibiendo un importante impulso gracias fundamentalmente al compromiso adquirido por los países para hacer frente a sus compromisos en el recorte de gases de efecto invernadero.

El carbón va desapareciendo

A día de hoy, sin embargo, el carbón sigue superando a la eólica en generación de energía, entre otras razones por la intermitencia de ésta. Aun así, están siendo cada vez menos utilizadas las tecnologías energéticas que funcionan a partir del carbón, mientras la eólica no deja de sumar nueva capacidad.

«El viento y el carbón están en dos extremos del espectro», y es la tecnología a partir del carbón la que más rápido está desapareciendo en el espacio comunitario, explica Oliver Joy, portavoz de WindEurope, la patronal del sector eólico.

La mitad de las nuevas instalaciones, eólicas

En este mismo año, el 51 por ciento de las nuevas instalaciones energéticas en la UE fueron eólicas, con una inversión de 27.500 millones de euros al año, siempre según el mismo informe. Una cifra récord que supone un 5 por ciento más que en 2015.

De los nuevos megavatios instalados, un total de 10.923 correspondieron a la energía eólica terrestre y 1.567 a parques marinos. En este sector, Alemania fue a la cabeza, casi la mitad del total (44 por ciento), seguido de Francia, Holanda y Reino Unido.

En cuanto a su productividad, durante 2016 se produjeron 12.500 nuevos megavatios, con una potencia total de 153.100 megavatios. De la demanda eléctrica europea durante dicho periodo, la eólica cubrió el 10,4 por ciento.

Dicho de otra manera, la capacidad de la energía generada a partir del viento creció un 8 por ciento, si bien la mayor parte de la capacidad instalada corresponde a la tecnología que usa como fuente el gas.

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