Alemania sigue apostando con fuerza por las energías limpias y, dentro de su ambicioso cambio de modelo energético que culminará con el apagón nuclear en el 2022, anuncia la aprobación de un nuevo plan para apoyar la eólica marina.
La Alemania del futuro, de un futuro cercano que vendrá en unas pocas décadas, será posible gracias al esfuerzo que ya está haciendo el país por abandonar la energía nuclear mediante un revolucionario plan energético que tiene puestas sus mayores esperanzas en la eólica. Precisamente, con la aprobación de este plan se impulsa su vertiente marina como uno de los principales motores para alcanzar ese mañana casi enteramente renovable.
La parte negativa de esta noticia viene por doble partida. Por un lado, los ecologistas ya han advertido que tanto las plantas eólicas como las infraestructuras necesarias para transportar la energía son una amenaza ambiental de consideración, mientras, por otra parte, este impulso a las renovables conlleva un gasto que repercute sobre el consumidor final.
En concreto, aprobar este proyecto de ley se traducirá en un aumento de la factura estimado en unos 9 euros anuales en una familia de 3 personas. Sin embargo, también es cierto que el país ahora atraerá inversiones millonarias en la construcción de plantas. Tal y como dijo el Ministro de Economía Aleman, Philipp Rösler, este miércoles, «el camino está despejado para miles de millones de inversiones en la energía eólica marina»
Recordemos que Alemania quiere prescindir de la energía nuclear en el 2022, y que tiene previsto alcanzar el 80 por ciento de la electricidad de fuentes renovables en el año 2050. De lograrlo, será un hito a nivel mundial, toda una demostración de que los sueños verdes pueden hacerse realidad, aunque sea a costa de un alto precio y de transformaciones radicales nada fáciles.