Rocío Sicre, presidenta de la AEE (Asociación Empresarial Eólica), pide al Ejecutivo español que reconsidere la posibilidad de una tasa del 11% sobre la generación eólica. Ha afirmado, además, que el sector usará todas las vías legales a su alcance para luchar por su supervivencia. Por su parte, la EWEA, la Asociación Eólica Europea, alerta de que un impuesto semejante representa una amenaza para la industria eólica europea.
El eólico ha sido siempre un sector dialogante y constructivo, que le ha tendido la mano al Gobierno para plantear conjuntamente los planes para el sector. Pero, «en vez de escucharnos, parece que el Ejecutivo está barajando medidas que pueden ser el golpe definitivo para la eólica», ha afirmado Rocío Sicre,.
Además, según la opinión de la AEE, una tasa de estas características es de dudosa legalidad. Este impuesto podría solaparse con el Impuesto sobre Electricidad y con algunos impuestos autonómicos de carácter medioambiental que ya gravan la producción de energía eléctrica.
Le puede costar al sector unos 3.000 millones de euros y disminuiría la rentabilidad de los parques un 30%. Un 15% de las instalaciones que se han puesto en marcha no podría hacer frente al pago del servicio de la deuda.
En definitiva, el impuesto atenta contra la seguridad jurídica del sector, ya que supone romper las reglas del juego a mitad de partido. Pero aún: la confianza de los inversores, nacionales e internacionales, se reduciría hasta ser casi nula.
La eólica ya es la tecnología que soporta una mayor presión fiscal. España está entre los países europeos en los que la eólica soporta una mayor carga fiscal.
La presidenta de la AEE ha recordado que España necesita, más que nunca, sectores productivos y creadores de empleo que impulsen la salida a la crisis económica y cambien el modelo económico del país. Otros países europeos, Estados Unidos, China, Japón, todos apuestan por la eólica y todos los expertos señalan esta tecnología como clave en cualquier mix eléctrico moderno.
Christian Kjaer, consejero delegado de EWEA, la Asociación Eólica Europea, ha declarado: «Europa mira con asombro y preocupación la propuesta del Gobierno español de introducir un impuesto discriminatorio a la generación de energía eólica».