Este año 2013 se dilucidarán cuestiones importantes que determinarán el posible (o imposible) liderazgo de China con repecto a Europa y Estados Unidos en el competido mercado de la energía solar.
Considerando los precedentes, podría resumirse la situación de forma breve situando el quid de la cuestión en la posible instauración de aranceles en Europa, una posibilidad que se sumaría a la decisión ya tomada en Estados Unidos de gravar los paneles solares chinos.
Si ello ocurre, Pekín tampoco se quedará con los brazos cruzados. Además de amenazar con denunciar a los productores europeos de silicio, componente fundamental de las células solares, se pretende pagar con la misma moneda, si bien se está a la expectativa de lo que pueda pasar y no hay nada concreto todavía.
Trabas comerciales a Europa
De hecho, según el diario oficial China Daily, ya están estudiando la posibilidad de poner trabas comerciales a los productos solares de la Unión Europea si se encuentran con obstáculos que consideran injustos.
¿Pero son injustos? Bruselas debe decidir justamente esto, pero en sentido contrario, es decir, ha de valorar si la competencia desleal (dumping) ha sido el modo de actuar de China estos últimos años. Fue a raíz de la caída de Q-Cells, la empresa líder en Occidente, cuando se denunció a los chinos ante la Comisión Europea por dumping, y ahora estamos a punto de conocer si se les impondrá sanciones.
Es innegable que el precio de los paneles solares chinos es menor está por debajo de los precios lógicos de fabricación, pero también hay que considerar que adoptar duras medidas en contra de esto enrarecería el mercado de un modo que tampoco conviene, por lo que la decisión es difícil. Como siempre, estaremos atentos a lo que ocurra para poder contároslo.