El gran secreto: el petróleo se agota


Entre la información secreta que ha sacado a la luz Wikileaks, se encuentra una que no ha salido en las portadas de los periódicos ni la comentan los «grandes» líderes de opinión, pero que quizá afecte más que ninguna otra al mundo entero en los próximos años. El petróleo se está acabando.

Ha sido Arabia Saudí el país que lo ha dicho. Estamos hablando del mayor exportador de petróleo del mundo. El gran aliado energético de Estados Unidos avisó a este país de que no tenía reservas suficientes para evitar una escalada de subida de precios del crudo. Amigos, esto se está acabando, les vino a decir. Ya podéis pensar en una alternativa. ¿Por qué esta información se transmitía por un cable secreto? Quizá porque los países que sean capaces, en los próximos años, de autoabastecerse energéticamente, se convertirán en los dominadores políticos de este planeta.

Esta información que trataba de esconderse informaba de que Arabia Saudí había falseado sus cifras de reserva de crudo en unos trescientos mil millones de barriles, lo que supone un 40% más de lo que, en realidad, saca al mercado. Para el país, la cantidad de crudo es un seguro de vida social y económico. En cuando el crudo se agote, ocurrirá lo que está pasando en Egipto. O tal vez la situación sea mucho más grave, ya que los saudíes no tienen mucho más que el sucio combustible que se acumula bajo sus pies.

Mientras, el precio del barril de crudo no para de subir. Arabia Saudí es el gran abastecedor de petróleo para Estados Unidos. Aunque el país norteamericano tiene cubierta las espaldas, pues, de momento, no ha tenido que echar mano de sus propias reservas petroleras. Según la información filtrada, el ex jefe de exploración del monopolio petrolero saudita, Aramco, se reunió con el cónsul general de Estados Unidos en la capital saudí en 2007 para informarle de que eran 12,5 millones de barriles por día los necesarios para mantener estables los precios, una cantidad que, en unos años, ya no se podría lograr. Sus cálculos señalaban el año 2012 como el comienzo del fin. El cada vez más mentado «pico de petróleo», cuando las reservas comenzarán a disminuir hasta agotarse. Esos eran sus cálculos. En 2007. ¿Cómo será la situación en la actualidad? Nunca lo sabremos. Pero, lo mejor es prevenir: el país que tenga suficiente producción de renovables, no temerá el fin del petróleo. Y no es sólo una cuestión de precios. Toda la economía puede paralizarse, ciudades paralizadas, países paralizados.

Más tarde, en 2009, un cable avisaba de que, al aumentar la demanda eléctrica en Arabia Saudí, la cantidad de petróleo exportado podría disminuir. Es decir, como ocurría en Egipto: menos petróleo, pero más consumo energético. Un sistema que no podrá sostenerse por mucho tiempo.

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