Greenpeace defenderá océanos, bosques y energías renovables en Río+20


Difícil misión la de Greenpeace en la cumbre de Río+20, un encuentro internacional sobre desarrollo sostenible que acogerá Brasil la próxima semana. Pero para ellos no hay nada imposible, es más, de utopías están hechos sus mayores éxitos y, según han declarado responsables de la organización en España, las energías limpias, así como la salud de los mares y bosques serán sus prioridades en este encuentro.

También reclamarán que la agencia medioambiental de la ONU (la PNUMA) se convierta en Agencia dentro del mismo organismo en el que está, y que cuente con presupuesto propio. Pero, sobre todo, como hemos dicho, Greenpeace planteará demandas sobre la protección de las aguas y de los bosques, exigiendo también el fomento de las energías verdes.

Sí, es cierto, Greenpeace sólo pide cuatro cosas, pero dentro de ellas se engloba tanto que no hay que ser un lince para entender que muy seguramente todo quedará en nada, aunque su pataleo aprovechará la atención mediática que suscita la cumbre para hacerse notar. Y eso ya será todo un éxito.

Sobre los océanos, propondrá un acuerdo global bajo la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar que facilite a los gobiernos proteger la vida en alta mar y crear una red de reservas marinas. Una propuesta que llaman «plan de rescate para los océanos», y que podría ir perfilándose en el futuro a partir de una simple mención en el texto final de Río+20. Igualmente, los bosques precisan que la deforestación se frene. Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de bosques de Greenpeace, explica que intentará arrancar un compromiso en el anfitrión, el mismo Brasil, país clave por ser el actual «líder en la lucha contra la deforestación».

Durante el evento, celebrado del 20 al 22 de junio, Greenpeace también exigirá una revolución energética que apueste de forma decidida por las energías renovables como sustitutas de las sucias. En concreto, se pedirá avanzar hacia la eficiencia energética y la eliminación del as ayudas a los combustibles fósiles. Su afán será, por lo tanto, intentar atajar los desmanes (mar y bosques) o la desidia, en el caso de las energías limpias, que nos han llevado a la actual situación de insostenibilidad. Todo muy adecuado al objetivo de la cumbre, que busca frenar el hambre y la pobreza a través de un desarrollo sostenible.

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