La enorme eficiencia del grafeno para convertir luz en electricidad


Científicos del Instituto de Ciencia Fotónica (ICFO) han descubierto que el grafeno es mucho más eficiente de lo que se creía hasta ahora en lo que respecta a la conversión de luz en electricidad. Esto puede suponer una auténtica revolución en el desarrollo de la energía solar.

Los más optimistas aseguran que el grafeno puede convertirse en el plástico del siglo XXI, por lo que se refiere a la cantidad de objetos de uso cotidiano que pueden usar este material. Imaginad teléfonos móviles con paneles solares transparentes y flexibles, ordenadores extrafinos que capturan del Sol la energía que necesitan para funcionar…

Científicos, empresas y la propia Comisión Europea están convencidos del enorme potencial del grafeno para revolucionar la economía mundial. Van a invertir 1.000 millones de euros en la investigación del material. En pocos asuntos se ponen de acuerdo organizaciones tan dispares, lo que demuestra el potencial de la nueva tecnología.

Según la investigación realizada por el Instituto de Ciencia Fotónica (ICFO), el grafeno es muy eficiente convirtiendo la luz en electricidad: es capaz de convertir un simple fotón en múltiples electrones capaces de impulsar la corriente eléctrica. El descubrimiento tiene una clara aplicación en la tecnología de la próxima generación de células solares, pero también en otras tecnologías que quieran aprovechar la luz, algunas, quizá aún sin descubrir.


En definitiva, puede significar un cambio de paradigma en la industria de los materiales. En el mejor de los casos, quizá se destierre de una vez por todas el plástico.

Multitud de aplicaciones

El grafeno permite usar una fina lámina de carbono puro, de tan sólo un átomo de grosor, lo que aumentaría infinitamente su ámbito de aplicación. El primero de ellos, el desarrollo de células solares eficientes, flexibles y transparentes. Otras posibles aplicaciones serían baterías, móviles y ordenadores plegables, pantallas flexibles, purificación del agua, destilación de combustibles, circuitos integrados y, en general, cualquier tecnología que aprovecha la energía del Sol.

En el descubrimiento han participado investigadores del MIT, del Instituto Max Planck para la Investigación de Polímeros (en Alemania) y la empresa española Graphenea, S.L. Los resultados han sido publicados en la revista Nature Physics.

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