Aprovechar la oportunidad que brindan los volcanes para sacar partido de la energía geotérmica con un menor coste e impacto ambiental es el objetivo de un proyecto experimental que está llevándose a cabo en Islandia.
Un equipo de geólogos del Iceland Deep Drilling Project (IDDP) está a punto de conseguirlo. O de todo lo contrario, en función de cómo termine la aventura en la que andan inmersos. Justamente, es lo que están haciendo: perforar el corazón de un volcán islandés con la intención de alcanzar los cinco kilómetros de profundidad, con el fin de convertirlo en fuente inagotable de energía geotérmica.
Multiplicar el rendimiento
En concreto, pretenden encontrar lo que denominan «vapor supercrítico», a partir del cual multiplicar por diez la energía obtenida con respecto al vapor que proporcionan los pozos de energía geotérmica convencionales.
Se considerará todo un éxito lograr subir el vapor hasta la superficie, pues entonces se podrá usar como fuente de energía. Por ahora, se mantiene el optimismo, una buena señal, habida cuenta de lo avanzado que está el proyecto.
Los participantes en el proyecto, explican que nunca se había llegado a tanta profundidad, si bien no se está perforando magma sino roca caliente. Por lo pronto, gracias a un gigantesco taladro se ha logrado descender ya casi 4.500 metros, y siguen avanzando.
«Deseamos que nuestro trabajo llevado a cabo en la zona de Reykjanes abra nuevas puertas a la industria geotérmica a nivel mundial para dar paso a una era de mayor producción», explica Asgeir Margeirsson, CEO del IDDP, una iniciativa en la que colaboran científicos, industria y el gobierno islandés.
En esta zona de Islandia se aprovecha el potencial geotérmico de los volcanes perforando como máximo a 3 km de profundidad, y precisamente por ello este proyecto resulta innovador. Su intención es comprobar si hay recursos aprovechables todavía más interesantes a una mayor profundidad pues de este modo se obtendrían un sinfín de ventajas tanto a nivel económico como ambiental.