Mientras que el desarrollo de la energía solar en España no parece suficientemente apoyado por las instituciones públicas, la biomasa vive un buen momento. Esta tipo de generación de energía cuenta cada vez más con apoyo de las administraciones, de las empresas y de la sociedad en general.
Se ha presentado, a este respecto, el Plan de la Bioenergía de Castilla y León (España), en el que han colaborado para su elaboración la consejería de Economía y Empleo y la de Agricultura y Ganadería y Medio Ambiente. Este plan pretende desarrollar una serie de 116 acciones y medidas relacionadas con el impulso sostenible, rural y económico de la bioenergía en dicha comunidad autónoma.
El Plan de la Bioenergía de Castilla y León prevé un alto nivel en la utilización de la energía procedente de la biomasa. Según las previsiones, se recogerán más de 70 millones de toneladas anuales de materias primas como paja de cereal, leñas y restos forestales o purines. En la actualidad, sólo un 2% de todos estos materiales tiene un aprovechamiento energético.
Además, este plan quiere incrementar el aprovechamiento de la materia prima disponible hasta alcanzar un 8% de la biomasa, lo que supondrá una reducción de la dependencia energética regional. Este aumento en las cifras de aprovechamiento provendrá de la entrada en el mercado energético de unos 7 millones de toneladas de paja de cereal, cultivos energéticos, leñas y restos forestales. Materia que, hasta ahora, se desaprovechaba.
El Consejo de Gobierno de Castilla y León ha aprobado un presupuesto de 425.278 euros para prorrogar el seguro colectivo de accidentes que cubre los riesgos derivados de las labores de extinción de incendios forestales que gestionará la Consejería de Medio Ambiente.
El Plan de la Bioenergía de Castilla y León constituye un referente en el ámbito nacional, pues en España no existen todavía planes específicos que aborden este sector. En Europa, únicamente trece países y diez regiones cuentan con un plan de estas características.