Sony ha presentado en la exhibición Eco-Products celebrada en la ciudad de Tokio un dispositivo que utiliza papel como fuente de energía. No es la primera vez que el gigante japonés de la electrónica desarrolla proyectos de energías ecológicas. hace años, investigadores de la empresa utilizaron zumo de fruta para encender un walkman. De momento, la innovación sólo produce energía para poner en marcha aparatos eléctricos muy simples, pero puede ser el primer paso de un futuro en el que los dispositivos móviles no necesiten enchufarse a la red eléctrica (precisamente cuando Apple desarrolla baterías súper eficientes y duraderas).
Durante la exhibición Eco-Products, los miembros del equipo de Sony invitaron a algunos niños a dejar caer trozos de papel y cartulina en un líquido formado por una mezcla de agua y encimas. Tras unos minutos, las aspas del pequeño ventilador de plástico que estaba conectado al equipo comenzaron a girar. Me hubiera gustado ver la cara que se les quedaba a los niños al presenciar el «milagro».
El funcionamiento de esta nueva forma de producir energía es como sigue: las encimas transforman los materiales (en este caso, papel y cartón) en glucosa que, al combinarse con oxígeno y más encimas, produce iones de hidrógeno y electrones que generan electricidad.
Los investigadores han comentado que se inspiraron en un proceso que ocurre en la naturaleza: las hormigas blancas y las termitas digieren madera para convertirla en energía.
El proyecto se encuentre en una fase inicial. Sin embargo, la idea de producir energía para dispositivos portátiles sin la utilización de materiales tóxicos es muy interesante y muchas empresas sin duda la apoyarán. Además, es la mejor forma de reutilizar el papel y el cartón usados: aprovechándolos para generar electricidad.
John Sauven, director ejecutivo de Greenpeace, ha señalado, a este respecto, que el problema de las baterías son, precisamente, los químicos tóxicos y las dificultades para su reciclaje. Si este nuevo método se desarrolla, puede marcar un antes y un después en las baterías de los dispositivos electrónicos.