Consejos para ahorrar energía con el televisor


El televisor, seguido del frigorífico y la plancha, es el electrodoméstico que más electricidad consume en el hogar. En primer lugar, porque en muchas casas, hay más de uno: el del salón para que lo vea toda la familia, alguno en los dormitorios y, a veces, otro en la cocina. Y, además, está encendido un gran número de horas al día. Y no siempre con alguien delante prestándole atención.

En tan sólo medio siglo hemos pasado de familias que no podían permitirse el lujo de tener ni un pequeño televisor en blanco y negro a tener, en estos albores del siglo XXI, varios de estos aparatos en casa y, en muchos casos, el último modelo que haya salido al mercado con una gigantesca pantalla.

Cada vez hay más cadenas y todas emiten durante las 24 horas del día. En muchos hogares, el televisor está encendido desde que se levanta el primero de la casa hasta que se va a la cama el último miembro de la familia. Esto sin contar con que está encendida también, lógicamente, cuando se disfruta de un DVD o una película en Blu-ray o, en algún caso, para escuchar música. En total, se calcula que la televisión consume el 13% del total de la factura eléctrica mensual.

Así que un modo fácil y cómodo de ahorrar energía es utilizar de forma racional este dispositivo. Con sólo encender la televisión cuando realmente se vaya a ver un programa, escuchar música o disfrutar de una película desde un reproductor ya se está ahorrando energía y dinero. Además, si se reduce la iluminación en la estancia, no sólo se evitarán reflejos que entorpecen la visión de la pantalla, sino que también se estará ahorrando energía.

Y, lo más importante de todo, es evitar el modo «standby» al apagar la tele. Si se apaga el televisor desde el mando, se queda encendido una pequeña bombilla led, habitualmente de color rojo, pero no se apaga completamente. Así, aunque parece que está apagada, la televisión sigue consumiendo electricidad. Se ha inventado una nomenclatura para este tipo de aparatos: son los «vampiros energéticos». Se calcula que los electrodomésticos que permanecen en este modo de espera consumen alrededor del 10% de la factura eléctrica total. Una televisión encendida veinte horas diarias durante un año de este modo puede llegar a consumir 14,6 KWh. Así que lo preferible es apagar por completo tanto la televisión como el resto de aparatos electrónicos que tengan modo de espera. También hay que desenchufar los cargadores si no se están usando.

Para los más despistados, se han inventado unos dispositivos llamados «eliminadores de standby» que, parecen una simple regleta, pues se colocan entre el electrodoméstico y la toma de corriente de la pared, pero, en realidad, lo que hacen es cortar la electricidad directamente cuando detecta que el nivel de energía es muy bajo y, por tanto, el aparato no está encendido del todo. Los últimos modelos de televisores permiten apagar por completo el aparato desde el mando a distancia.

En cuanto a las tecnologías, los antiguos televisores de tubo (CTR) consumen mucha energía. En la actualidad, los televisores que usan la iluminación LED son los más eficientes, consumiendo un 25% menos de energía que los que tienen pantallas LCD y un 40% menos que los televisores de plasma.

También es cierto que no es fácil comparar el gasto energético de los actuales televisores con los antiguos por el tremendo aumento de pulgadas que han tenido las pantallas en los últimos tiempos. Lógicamente, a más pulgadas, también más consumo energético. Así que, si se va a colocar la televisión en una pequeña sala, no hace falta comprar la pantalla más grande del mercado.

2 comentarios

  1. Hola Mariana,

    Nosotros nunca copiamos contenido de otras páginas. ¿En qué página ha visto el mismo contenido?

    Gracias.

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