Cooperativas de energías renovables


Si los gobiernos no apoyan las energías renovables y las grandes empresas eléctricas no facilitan su distribución, los ciudadanos pueden unirse y crear el negocio por su cuenta. Sólo hay que reunir a un grupo de gente dispuesta a invertir en energía verde a cambio de un beneficio económico futuro y saber que se está cuidando el planeta.

Las cooperativas de energía llevan años formándose en algunas regiones europeas. Son iniciativas a pequeña escala de cooperativas que apuestan por producir energía renovable. En Alemania, siempre en la vanguardia europea en temas ecológicos, muchas de estas cooperativas han tenido un éxito tal que se han convertido en organizaciones con fuerza, impulsadas por miles de socios y millones de euros de facturación.

En el caso español, la pionera ha sido Som Energia, una cooperativa que se ha formado en Cataluña y que ya ha superado la cifra de seiscientos socios.

Mientras, en Europa, algunas de estas cooperativas de energía renovable han conseguido un éxito que las ha convertido en verdaderos referentes para el sector. A continuación, algunos ejemplos:

– La cooperativa belga Ecopower. Creada en 1991. Durante los diez primeros años tuvo menos de cien socios. A principios de 2010 contaban con 25.000 asociados y una lista de espera de seis meses entrar a formar parte de la cooperativa.

– La francesa Enercoop. Creada en 2005 por diversas ONG. A principios de 2010 contaba con 6.000 socios y una entrada media de trescientos nuevos asociados cada mes.

– La alemana Windfang. Creada en 1992. La particularidad de esta cooperativa es que sólo la forman mujeres.

– La holandesa Onzeenergie. Creada en 2007. La crearon ciudadanos holandeses después de ver en un centro cívico el documental Una verdad incomoda, patrocinado por Al Gore.

Estas cooperativas. no sólo son una forma de producir y distribuir energía renovable al margen de las grandes empresas. También es una forma de concienciar a los ciudadanos sobre la importancia de producir energía renovable en el ámbito local. Lo que está claro es que los ciudadanos de algunos países están más concienciados que los de otros. O, visto desde otro punto de vista, en algunos países esperan que todo lo resuelva el gobierno o, peor aún, las grandes empresas.

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