El biogás es una alternativa sostenible para convertir los residuos agroindustriales en energía renovable a partir de distintas técnicas de codigestión anaerobia. España, en esta campo, tiene un potencial de 49,7 millones de toneladas/año de materias sobrantes de la industria agroalimentaria, que podrían utilizarse para generar 2.600 millones de m3/año de biogás, el equivalente al 4,2% de la producción anual de gas natural, según señala el proyecto Probiogás.
A través de la codigestión anaerobia se puede obtener biogás, que debido a su elevado contenido en metano se puede usar como combustible para calderas o en motores de cogeneración y producir, de este modo, energía eléctrica y térmica. Además, tras una purificación del biogás, también se puede lograr biometano, un gas con las mismas propiedades y aplicaciones que el gas natural y que, además, puede usarse como combustible para vehículos. En el proceso de producción de biogás agroindustrial, también se pueden obtener fertilizantes.
Una reunión organizada por Probiogás tiene como objetivo estudiar la mejor forma de aprovechar esta energía renovable. Para ello, se analizarán qué materias primas, pretratamientos y tecnologías de digestión son más adecuadas para generar biogás; cuáles son sus posibles aplicaciones y cómo sacarles el máximo partido; cómo se controlan las plantas industriales; qué establece la ley o la situación del biogás agroindustrial en España.
El programa se completará con una jornada técnica de biometano organizada por Ainia, con la colaboración de CIEMAT, HERA AMASA y la Granja San Ramón, en la que se discutirá la situación y perspectivas del biometano en España, las tecnologías de purificación, sus aplicaciones y mercados.
También se realizará una visita a la Granja San Ramón en Requena (Valencia) para conocer cómo una granja de vacuno de leche puede ser a la vez lechería, fabricante de piensos y fertilizantes, generador de electricidad renovable a partir de biogás y productor de biometano como combustible para vehículos.
En el encuentro, participarán granjas, cooperativas agrícolas e industrias alimentarias que puedan dar un uso renovable a las materias sobrantes de sus empresas, así como empresas bioenergéticas, de gestión de residuos o de equipamiento interesadas en alternativas de generación de energía renovable.