Generar biogás reduciendo residuos: la biometanización


Entre los diferentes métodos para generar energía renovable y limpia hay algunos que producen un beneficio extra: cualquiera que aproveche residuos para generar esa energía. La biometanización es un proceso por el cual los residuos biodegradables se convierten energía renovable como biogás (compuesto de metano y dióxido de carbono).

Se genera energía renovable y se reducen los residuos, por lo que se ahorra al no tener que gestionarlos. El beneficio medioambiental, pues, es doble. Los países que más se pueden beneficiar de este tipo de generación energética son los que cuentan con industria agroalimentaria, que genera desechos aprovechables para este proceso.

La biometanización reduce el volumen de residuos biodegradables a través de un proceso anaeróbico (sin oxígeno) de descomposición producido por bacterias y microorganismos en la materia orgánica de esos desechos. Con ello, se obtiene biogás, un combustible con varias posibilidades: puede ser utilizado para producir electricidad, como combustible para vehículos o como nutriente para la tierra.

Buscando la mezcla perfecta

En una investigación llevada a cabo en el laboratorio del Grupo de Investigación de Residuos de la UJI (Universidad Jaime I) se han probado tres mezclas diferentes para saber cuál generaba mayor volumen de biogás y una alta concentración de metano. En otras palabras, cuál era más eficiente desde el punto de vista energético. Las dos mezclas que han generado una mayor proporción de biogás han sido una constituida por lodo digerido, residuo orgánico sucio y compuesto, y otra formada por lodo no digerido, carne de cerdo, sangre y restos de poda.

El estudio también señala que, con la mezcla más eficiente y gracias a los residuos biodegradables de una provincia como Castellón, se obtendría una potencia eléctrica de 4 megavatios (MW), con lo que se podría abastecer el consumo energético anual de unas 4.000 personas.

Este método, que mezcla biogás y metano, evitaría la emisión de gran cantidad de metano a la atmósfera. Cabe recordar que el metano es un gas de efecto invernadero mucho más potente (unas 22 veces más) que el dióxido de carbono, si bien desaparece antes de la atmósfera.

Por último, el material residual de la biometanización, un compuesto llamado digestato, se puede utilizar como fertilizante o acondicionador de suelos, o bien transformarse en pellets para quemarse y producir de energía.

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