La eólica, la más competitiva de las renovables en España


Cada tipo de energía tiene sus pros y sus contras. Hay varios factores que se pueden tener en cuenta: disponibilidad, continuidad, eficiencia, durabilidad, etc. Pero, si hablamos de competitividad, la eólica es la mejor entre las renovables.

En el caso del consumidor industrial, en 2011, el ahorro en su factura de electricidad fue de 144.964 euros, lo que representa 0,691 céntimos por kWh. El consumidor doméstico medio, esto es, de unos 15 kW, por su parte, pudo ahorrar unos 0,064 céntimos, el equivalente a 2,75 euros anuales.

Hay grupos de presión que critican las primas a las renovables. Especialmente, a la eólica, ya que es la más competitiva de las renovables. Pero, si se tiene en cuenta el coste fijo que supone en la tarifa de acceso la rebaja de los precios de la electricidad por desplazar a tecnologías más caras, el resultado es un ahorro neto.

La industria consume el 30% de la electricidad en España. Por tanto, para la mayoría de las grandes empresas la factura de la electricidad es similar a los costes laborales. Quizá el ahorro se podría hacer invirtiendo en renovables en vez de despedir a los trabajadores.

Se trata, en definitiva, no sólo de no contaminar mientras se genera energía, sino no usar tecnologías más caras como las de los combustibles fósiles. Así lo señala el Informe de Supervisión del Mercado Mayorista de Electricidad de la CNE (Comisión Nacional de la Energía).

En febrero de 2012, la demanda en la Península Ibérica de energía eléctrica se incrementó tras cuatro meses consecutivos de descenso al producirse una ola de frío y por tratarse de un año bisiesto. Sin embargo, este aumento de la demanda no supuso un alza del precio del mercado debido al incremento de la producción de la energía eólica esos días.

Las primas a la eólica están incluidas en los costes que conforman la tarifa de acceso y representan el 10,1% de sus costes fijos. Los grandes consumidores de electricidad se quejan de que, en la actualidad, tan solo el 42% de su factura eléctrica se corresponde con los servicios básicos de generación, transporte y distribución, frente al 70% de hace unos años, antes de que existieran las renovables.

En 2011, cada hora del día la eólica aportó de media 5.351 MWh. En el mercado español entró con un coste marginal igual a cero, al igual que las centrales nucleares, por lo que desplazó, de media, a trece centrales convencionales térmicas que, de haber entrado, hubieran encarecido el mercado eléctrico e incrementado la factura de los consumidores.

En especial, son los grandes consumidores industriales los que se benefician del efecto de la eólica en el mercado porque pagan, según la CNE, entre 7,2 y 13,3 €/MWh de Tarifa de Acceso. El precio del mercado eléctrico constituye para ellos un 78-86% de su factura antes de impuestos. El resto son los pagos por capacidad.

En fin, la eólica ahorra dinero tanto a los consumidores domésticos como a los industriales. Y cada vez lo va a hacer más.

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