El debate de los biocombustibles sigue de actualidad. La comunidad científica, los grupos ecologistas, los políticos, las empresas vinculadas al sector, cada uno aporta su punto de vista y el asunto es complejo. En todo caso, es un mal menor siempre que se consiga reducir el uso de derivados del petróleo.
Hay algunas opiniones en contra del uso de este tipo de combustibles que argumentan, simplificando en la explicación, que los alimentos deberían usarse que comieran las personas y no para alimentar vehículos, aun más sabiendo que ya existen coches eléctricos con suficiente potencia y autonomía para el uso diario. Pero el ciudadano medio europeo, generalmente, ve las cosas desde la perspectiva de su rutina diaria y sí apoya este tipo de combustibles. Al menos, es lo que se desprende de un Eurobarómetro que ha sido difundido por la Comisión Europea.
En el Eurobarómetro se señala que los ciudadanos de Europa valoran positivamente los beneficios medioambientales (lucha contra el cambio climático y geoestratégicos, reducción de la dependencia del petróleo) de los biocombustibles y, por consiguiente, cree que es beneficioso que se siga fomentando su uso.
Para Roderic Miralles, Presidente de APPA Biocarburantes (Asociación de Productores de Energías Renovables), el sondeo confirma que la política europea respecto a los biocarburantes cuenta con el respaldo mayoritario de la población.
De la encuesta se desprende que un 76% en España y un 72% en Europa están a favor de seguir fomentando los biocarburantes actuales, que provienen en su gran mayoría de materia prima agrícola. Si hablamos de combustibles procedentes de materia primas no alimentarias, el apoyo es aún mayor: un 82% los apoya en España y un 83% en el resto del continente europeo. Los que más apoyan este tipo de combustibles son los jóvenes entre 15 y 24 años y los habitantes de zonas rurales.
En todo caso, esta encuesta no implica que se siga debatiendo este tema tan complejo y que, sobre todo, se controle exhaustivamente su proceso y su gestión.