Las reticencias de Trump o, dicho con más propiedad, la oposición frontal de éste a las medidas que fomentan las energías verdes acabarán siendo simple anécdota. Al menos, así será a largo plazo, explica Robert Kennedy Jr, abogado ambientalista y empresario perteneciente a una familia legendaria.
Mucho ha llovido desde que el experto tenía nueve años cuando asesinaron en Dallas a su tío, el entonces presidente de EEUU, John Fitzgerald Kennedy. Entre otras cosas, ha cambiado el signo de los tiempos en lo que respecta a las cuestiones ambientales.
Una revolución imparable
Bien lo sabe él, abogado ambientalista de corte activista, tanto en temas ecológicos como en salud pública. Esta vez, ha repartido optimismo sobre el avance de las renovables en sus conferencias dadas en distintas ciudades españolas, como Madrid, Orense y Sevilla.
A su juicio, no hay que elegir entre economía y ecología, puesto que invertir en renovables no solo es «rentable» sino también «necesario». Es más, afirma que la bajada de costes ha convertido la alternativa verde en más barata que los hidrocarburos o la energía nuclear.
Frente a éstas, «agresivas, que consisten en extraer minerales venenosos y quemarlos para generar energía» tenemos la nueva energía «verde y saludable». Se trata de una revolución imparable, por mucho que el actual presidente de su país, Donald Trump, se empeñe en detenerla.
Ante la posibilidad de que Estados Unidos salga del Acuerdo de París alcanzado en 2015, tal y como ha dado a entender Trump en numerosas ocasiones, Kennedy se muestra disconforme. «La mayoría de las empresas, incluyendo a las más grandes, como Apple, Microsoft o General Electrics, han pedido que EEUU se quede en el Acuerdo de París». Finalmente, a añade: «La revolución energética va a ocurrir con o sin Trump», y si no avanzamos será otro país el que la lidere.