Reducir las emisiones para combatir el cambio climático será más fácil si se toman medidas realmente eficaces, qué duda cabe. Una de ellas es tasar el carbono con un precio mucho más alto, según propone un informe recientemente publicado llevado a cabo por una comisión económica liderada por los economistas Nicholas Stern y Joseph Stiglitz.
El fuerte aumento en el precio por tonelada de CO2, a juicio de estos expertos, debería alcanzar al menos el intervalo entre los 40 a 80 dólares en 2020 e ir aumentando progresivamente. Para 2030, por ejemplo, proponen que la subida sea de 50 a 100 dólares. Una gran diferencia frente al precio actual, que para Europa está a menos de 6 dólares para limitar el calentamiento.
Hacia una sociedad descarbonizada
Recordemos que el objetivo del limitamiento global establecido por el Acuerdo de París prevé limitar el aumento de la temperatura por debajo del aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados con respecto a la era preindustrial.
El informe no solo aboga por un aumento del precio del carbono sino también por la tarificación del carbono a nivel global, en función de distintos factores que determinen precios ajustados a los distintos países. En concreto, se recuerda que el 87 por ciento de las emisiones globales están sin tarifar y que el resto en su gran mayoría tienen un precio inferior a los 10 dólares por tonelada de CO2.
Asimismo, se hace hincapié en la importancia que sumar a un aumento de su precio una política capaz de comprometerse a mantener esos precios más altos a lo largo del tiempo. De otro modo, no se logrará la eficiencia necesaria para combatir el cambio climático.
Limitar las emisiones, por otra parte, también precisa de «instrumentos de política climática» para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, todavía sin establecer de forma concreta, si bien en términos generales el desafío está bien definido. Un escenario de futuro en el que las energías renovables cobrarán cada vez más protagonismo.