Un nuevo método de generación de electricidad a partir del agua de la atmósfera


Se siguen investigando nuevos métodos limpios y renovables de obtención de energía. En este caso, la electricidad almacenada en la humedad atmosférica. La idea ha sido propuesta por un equipo de investigadores de la Universidad de Campinas de Brasil. Estos científicos señalan que el agua de la atmósfera puede acumular cargas eléctricas a partir de su contacto con las partículas de polvo y gotas de otros líquidos que también están presentes en la atmósfera. Si se consigue transferir dichas cargas eléctricas a otros materiales se podría acumular energía aprovechable por el hombre.

A la nueva fuente de energía la han denominado hidroelectricidad, ya que lo que se quiere es aprovechar la electricidad sobrante en atmósferas húmedas. La idea se presentó en el congreso de la American Chemical Society celebrado en Boston.

Los investigadores de la Universidad de Campinas realizaron experimentos y obtuvieron los primeros resultados positivos. Por supuesto, no es más que el comienzo y queda mucho por hacer, pero puede significar el comienzo de una nueva tecnología que sea capaz de aprovechar este tipo de energía.

La idea no es nueva. Desde el siglo XIX, se ha investigado por parte de algunos científicos, aunque sin éxito. Sin ir más lejos, Nicola Tesla, el que fuera ayudante de Edison, y que desarrolló la corriente alterna y se disputa la invención de la radio con Marconi, estudió la manera de aprovechar la electricidad contenida en la atmósfera.

El conocimiento científico acerca del comportamiento de la electricidad en la atmósfera ha sido muy limitado hasta ahora. El grupo de investigación de la Universidad de Campinas sostiene (y ésta es la clave de la nueva idea) que las partículas de agua pueden cargarse eléctricamente en contacto con partículas. En sus experimentos utilizaron partículas muy pequeñas de sílice y fosfato de aluminio, ambas sustancias comunes en el polvo atmosférico, y comprobaron que el sílice se cargaba negativamente mientras que el fosfato de aluminio se cargaba positivamente. En definitiva, el agua en la atmósfera puede acumular cargas eléctricas que, posteriormente, se podrían transferir a otros materiales.

La investigación continúa en esa línea: estudiando metales y configuraciones de colectores para capturar las cargas presentes en atmósferas húmedas cargadas. El proceso, en todo caso, está lejos de ser viable en la práctica. Sin embargo, puede ser el primer gran paso hacia un nuevo método de obtención de energía.

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