La incertidumbre es lo peor que puede haber cuando lo que se espera tiene trascendencia para el que aguarda y, en este caso, para los defensores de las renovables resulta vital que éstas tengan un lugar destacado en la futura reforma energética.
Dentro de este contexto, WWF pide al Gobierno que la reforma restaure el marco normativo favorable para las renovables para acabar con la inseguridad jurídica actual, que está ahuyentando nuevas inversiones en los últimos meses.
WWF, por lo tanto, denuncia la actual falta de seguridad jurídica en el sector, provocada por la aprobación del Real Decreto Ley 1/2012. Pero eso no es todo, por supuesto. Además, la asociación pide que los actores implicados mantengan un debate para conseguir que la reforma sea justa. Al mismo tiempo, pensando en los usuarios finales, se solicita que las responsabilidades se repartan entre todas las tecnologías para evitar que, finalmente, sean los consumidores los que acaben rascándose el bolsillo.
Ya en plan más utópico que realista, pero plausible, la organización demanda un sistema productivo basado en un modelo energético renovable, en línea con otros países europeos y siempre colaborando en la lucha contra el cambio climático. Un objetivo para el que es necesario hacer un esfuerzo en innovación y desarrollo tecnológico, potenciando la capacidad que ya ha demostrado el país en esta materia.
“Si queremos hacer frente a la crisis económica actual, debemos empezar por cambiar nuestro modelo productivo hacia uno que sea más sostenible y eficiente en cuanto al consumo de recursos”, dice Raquel García Monzón, Técnico de Energía de WWF. Asímismo, la ONG hace hincapié en el necesario diseño de un energético sostenible que impulse de forma masiva las renovables, sin olvidar el ahorro y la eficiencia energética. Así, energías limpias, ahorro y eficiencia serían los tres pilares básicos para salir de la crisis y, a la vez, luchar contra el cambio climático.