Biocombustible a partir de residuos de cerveza


Investigadores de la Universidad de Cádiz, que dirige el catedrático Francisco Antonio Macías, han desarrollado un proceso para el aprovechamiento del residuo de la industria cervecera con el que se pueden producir biocombustibles, alimentos funcionales y cosméticos. El proyecto se enmarca en el programa científico andaluz del ceiA3, Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario.

La industria agroalimentaria, incluida las fábricas de cerveza, genera residuos o subproductos que, tratados convenientemente, pueden ser utilizados para la obtención de precursores de biocombustibles y de productos de alto valor añadido. Los residuos contienen lípidos, carbohidratos, proteínas y otros compuestos interesantes. La única limitación para su uso se encuentra en la rentabilidad económica de su proceso de obtención y en su calidad.

Para que el proceso sea efectivo los investigadores han estimado que el contenido mínimo en lípidos y carbohidratos tiene que estar en un 5% y un 20%, respectivamente, algo que ofrece el bagazo o la cebadilla de cerveza.

Con este proceso, se consigue sacar provecho de algo que no tenía, hasta ahora, ningún valor comercial. Sólo se podía usar como pienso para el ganado vacuno y ovino, algo poco rentable pues el precio de venta del bagazo era simbólico: sólo se trataba de que les retiraran el residuo. Se vendía para evitar realizar una gestión de residuos, algo que tiene un coste elevado.

El nuevo proceso tiene la finalidad de obtener dos productos. El primero es una sustancia compuesta por la mayor cantidad posible de las grasas contenidas en el bagazo, que es un aceite; y, el segundo, es una sustancia rica en azúcares, cuyo contenido en agua dependerá de las diferentes finalidades que se le quieran dar, como la producción de biocombustibles o como suplemento de azúcar para la producción de la propia cerveza que ha generado este residuo, por lo que aquí se cerraría el ciclo.

Para poder llevar a cabo la producción de biocombustibles o de cualquier otro tipo de productos que puedan derivar del residuo de la cerveza, los investigadores van a dar un paso más y trasladar el estudio realizado en el laboratorio a una planta piloto que se podría ubicar cerca de alguna industria cervecera.

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