Diseñar un biocombustible que permita su uso en motores diésel tradicionales ha dejado de ser una utopía gracias al inventazo que han realizado científicos de distintas universidades alemanas, según un estudio publicado en Science Advances.
Liderado por el profesor Lukas Goossen, coordinador de científicos de las universidades de Kaiserslautern, Bochum y Rostock, el estudio ha logrado encontrar un nuevo método para la obtención de biodiésel a partir de la colza.
Cumple la norma europea para los diésel
Dos de sus grandes ventajas, apuntan sus autores, consiste en el inicio de la combustión a temperaturas más bajas, así como el proceso de fabricación ecológico, que no produce residuos ni exige el uso de productos químicos, como son disolventes.
En particular, es decisivo el hecho de haber desarrollado con éxito un método para producir biocarburante utilizando un biodiésel convencional a baja temperatura. Se trata de un biodiésel basado en aceite de colza, como suele hacerse en Europa, pero sometido a una técnica que permite su uso con motores diésel convencionales. Es decir, no es necesario llevar a cabo un nuevo diseño de motores diésel, puesto que el biodiésel se evapora parcialmente y daña los componentes del motor, haciéndolo no apto.
Por último, el trabajo incluye la demostración de que la mezcla cumple con las exigencias normativas de la UE y Estados Unidos para los motores diesel modernos, por lo que salvo la falta de infraestructura para su producción y comercialización, se podría utilizar de forma inmediata. Tanto directamente en los motores diésel actuales como mezclándolo con el diésel procedente de combustible fósil.
Teniendo en cuenta la directiva comunitaria que prevé que el 10 por ciento del diésel sea completado por biodiésel para el 2020, este hallazgo podría ser la solución práctica que tanto estaba buscándose, dejando atrás el problema técnico que dificultaba poder hacerlo.