Nuevos biocombustibles a partir de residuos de plataneras en Canarias


El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) y la Fundación Disa han firmado un acuerdo de colaboración por el que se concederán tres becas de investigación para proyectos relacionados con nuevas tecnologías en bioenergía. Las tres becas están relacionadas con la bionergía: biogás, cultivo de microalgas de alto rendimiento para producir biocombustibles y biodiésel de segunda generación Bio-DME (biodimetiléter).

El más destacado es un proyecto que estudiará la posibilidad de generar biodiésel de segunda generación a partir de residuos de plataneras. La tecnología está en plena fase de investigación. De hecho, ya hay países, como Suecia, que han conseguido que camiones circulen con biodiésel a partir de residuos de la industria papelera.

El autoabastecimiento energético de Canarias ha sido difícil por la falta de materias primas adecuadas. Por ello se ha escogido este proyecto que tiene el objetivo de usar residuos de plataneras, una planta abundante en el archipiélago. Según el ITC, la importancia de este proyecto radica en que la Unión Europea está estudiando la posibilidad de incluir al Bio-DME dentro del mix energético europeo para 2030. Por tanto, Canarias podría convertirse en una importante industria productora de Bio-DME.

La tecnología Bio-DME utiliza procesos de gasificación para convertir la biomasa, especialmente residual, en carburante. Uno de los países más avanzados en el sector es Suecia. Desde el otoño pasado, Volvo Trucks mantiene en circulación diez camiones especialmente adaptados para funcionar con Bio-DME procedente del licor negro derivado de la fabricación de pasta de papel. El biocarburante se elabora directamente en la planta que la empresa Chemrec, muy cerca de la papelera de Smurfit-Kappa Kraftliner. Tiene una capacidad de producción aproximada de cuatro toneladas de Bio-DME al día.

El Bio-DME se produce en tres fases: se recoge el licor negro de la pulpa del molino, se convierte en gas utilizando oxígeno puro para producir un gas que pueda ser sintetizado, se limpia el gas y se transforma en Bio-DME. En la actualidad, sólo usan un 1% del licor negro que se produce en el molino. Si pudieran convertir todo el licor negro en Bio-DME se podrían surtir cerca de 2.500 camiones.

Otra de las iniciativas impulsada por el ITC se centra en la investigación de la producción de biogás en pequeños núcleos de población a partir de residuos orgánicos domésticos, lodos de depuradoras y restos de actividades agrícolas y ganaderas. La tercera desarrollará nuevos reactores eficientes para el cultivo de microalgas de alto rendimiento, que consumen CO2 y pueden ser usadas en la producción de biocombustibles.

1 comentarios

  1. Soy una empresa dedicada a recuperar fincas en estado de abandono con cultivo de plátano y su posterior comercialización del producto

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